Impotencia Psicológica: Qué es y Cómo Curarla

Hombre sentado en la cama preocupado por su impotencia psicológica en cuanto al sexo

La impotencia psicológica es un trastorno sexual que afecta a muchos hombres.  Aunque no es una condición física, puede tener un gran impacto en la autoestima y la calidad de vida de los hombres que la padecen. 

A lo largo del contenido, explicaremos qué es la impotencia psicológica, sus causas, cómo se puede tratar, entre otros. Sigue leyendo para saber todo lo que necesitas sobre este trastorno.

¿Qué es la impotencia psicológica?

La impotencia psicológica, también conocida como disfunción eréctil psicológica, es un trastorno sexual que se caracteriza por la incapacidad de un hombre para conseguir o mantener una erección durante el acto sexual debido a factores psicológicos, como la ansiedad, el estrés o la depresión.

La impotencia psicológica puede ser temporal o persistente y afecta a hombres de todas las edades. Es importante destacar que la impotencia psicológica no es lo mismo que la impotencia sexual causada por problemas físicos, como la diabetes, la hipertensión o enfermedades cardiovasculares.

Síntomas de la impotencia psicológica

Puede presentar los siguientes síntomas: 

  • Problemas para tener una erección.
  • Disminución del deseo sexual.
  • Dificultad para mantener una erección durante el coito.

Entre los trastornos sexuales que tienen relación con la impotencia psicológica se encuentran: 

  • Retraso para eyacular.
  • Anorgasmia.
  • Eyaculación precoz.

Causas de la impotencia sexual psicológica

La impotencia sexual psicológica, también conocida como disfunción eréctil psicogénica, puede tener diversas causas psicológicas. Algunas de las posibles causas incluyen:

Estrés

El estrés crónico puede afectar negativamente la función sexual. Las preocupaciones laborales, financieras o personales pueden generar ansiedad y tensión, lo que dificulta la capacidad de mantener una erección

Depresión

Puede disminuir el deseo sexual y afectar la respuesta eréctil. Los sentimientos de tristeza, falta de energía y pérdida de interés general pueden interferir con la capacidad de tener una erección.

Ansiedad de rendimiento

La ansiedad relacionada con el rendimiento sexual puede ser una causa común de impotencia psicológica. Preocuparse por satisfacer a la pareja, temor al rechazo o a la falta de desempeño pueden generar una presión excesiva y dificultar la capacidad de lograr o mantener una erección.

Pérdida de interés

La falta de interés o deseo sexual puede conducir a la incapacidad para lograr una erección. Esto puede deberse a diversos factores, como el aburrimiento en la relación, la falta de atracción hacia la pareja o problemas de comunicación en la pareja.

Es importante tener en cuenta que la impotencia sexual psicológica puede ser el resultado de una combinación de factores emocionales, psicológicos y físicos. Además, es posible que las causas psicológicas estén interrelacionadas con factores físicos. Si experimentas problemas de impotencia psicológica, te recomendamos consultar a un profesional de la salud, como un médico o terapeuta sexual, para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento adecuado.

¿Cómo curar la impotencia psicológica? Tratamientos

La terapia psicológica abarca distintos tipos de causas que ocasionan este problema de erección. Es por eso que la psicología permite normalizar la relación que existe entre la mente y el cuerpo, identificando y resolviendo las posibles causas que dificultan tener una plena vida sexual.

Acudir a un especialista profesional de impotencia psicológica es fundamental para trabajar las causas de estos miedos que provocan esta complicación, como inseguridades y pensamientos negativos que desarrollen este tipo de trastorno sexual.

Además, la terapia psicológica se puede enfocar en tratar comportamientos, como la focalización sensorial, manejar el control de la ansiedad, solucionar conflictos, estrés de los pacientes, así como también sobrellevar problemas de pareja. 

Por otro lado, otras de las recomendaciones generales para tratarlo son las siguientes: 

Busca ayuda profesional

Consultar a un médico o terapeuta sexual es importante para obtener un diagnóstico preciso y recibir orientación adecuada. Un profesional de la salud puede evaluar tus síntomas, identificar las causas subyacentes y recomendar tratamientos específicos.

Date tu tiempo

Es importante ser paciente contigo mismo y no presionarte demasiado. La recuperación puede llevar tiempo. Acepta que es una situación temporal y mantén una actitud positiva.

Establece un estilo de vida saludable

Mantén una alimentación equilibrada, realiza ejercicio regularmente y evita el consumo excesivo de alcohol y tabaco. Un estilo de vida saludable puede ayudar a mejorar la función sexual y reducir el estrés.

Evita el estrés

Busca estrategias para manejar y reducir el estrés en tu vida. Esto puede incluir técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda. También es útil establecer límites claros y priorizar el autocuidado.

Déjate apoyar

Habla abiertamente con tu pareja sobre tus preocupaciones y busca su apoyo emocional. La comunicación abierta puede ayudar a aliviar la presión y fortalecer la intimidad.

Enfócate en el ahora

Evita preocuparte por el pasado o el futuro durante el acto sexual. En lugar de eso, concéntrate en el momento presente y disfruta de la experiencia íntima con tu pareja.

Es importante tener en cuenta que cada persona es única, por lo que el tratamiento adecuado puede variar dependiendo de las circunstancias individuales. Un profesional de la salud podrá brindarte una orientación personalizada y recomendaciones específicas para tu situación.

¿Cómo saber si la impotencia es física o psicológica? Diferencias

Distinguir entre la impotencia física y psicológica puede ser un desafío, ya que a menudo ambos aspectos pueden estar presentes en cierta medida. Sin embargo, hay algunas diferencias clave que pueden ayudar a determinar si la causa subyacente es principalmente física o psicológica. Aquí hay algunos puntos a considerar:

Factores desencadenantes

La impotencia física generalmente está relacionada con problemas físicos específicos, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, lesiones en los nervios o trastornos hormonales, como sería un trastorno en la hormona masculina , es decir, algún cambio en la testosterona como por ejemplo, el tener la testosterona baja .

En este punto, te puede interesar leer: Cómo aumentar la Testosterona

Si los problemas de erección se presentan principalmente en situaciones específicas, como durante el estrés o la ansiedad relacionados con el rendimiento sexual, es más probable que la causa sea psicológica.

Es muy importante hacer un seguimiento del nivel de testosterona acudiendo a un médico especializado ya que una mala práctica puede llevar a diferentes riesgos y consecuencias negativas en la testosterona así que ,recuerda siempre asistir con especialistas en TRT. En Clínicas Doctor T. somos especialistas en la salud sexual masculina ¡Pide tu cita ahora!

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Historia de erecciones

Si un hombre ha experimentado erecciones normales en ciertos momentos, como durante el sueño o la masturbación, pero tiene dificultades para mantener una erección durante las relaciones sexuales, es más probable que la causa sea psicológica. Por otro lado, si las dificultades eréctiles son constantes en todas las situaciones, es más probable que la causa sea física.Lo aconsejable en estos casos es que acuda a un especialista en salud sexual masculina.

Respuesta a medicamentos

Algunas personas pueden utilizar medicamentos para tratar la disfunción eréctil. Si estos medicamentos son efectivos en el logro de una erección, es más probable que la causa sea física. Sin embargo, esto no descarta la posibilidad de que factores psicológicos también estén involucrados.

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Evaluación médica

Es importante buscar una evaluación médica completa para descartar posibles causas físicas de la impotencia. Un médico especializado podrá realizar un examen físico, revisar el historial médico y realizar pruebas adicionales según sea necesario para identificar cualquier problema físico subyacente.

Factores emocionales y psicológicos

La presencia de factores psicológicos, como el estrés, la ansiedad, la depresión, el trauma o problemas de relación, sugiere que la causa de la impotencia puede ser principalmente psicológica. Estos factores pueden interferir con la excitación sexual y el rendimiento.

Es importante tener en cuenta que la impotencia puede tener causas multifactoriales, y que una combinación de factores físicos y psicológicos puede estar involucrada en muchos casos. Por lo tanto, es recomendable buscar la orientación de un profesional de la salud, como un médico especializado en sexualidad o un terapeuta sexual, para obtener una evaluación adecuada y un plan de tratamiento personalizado.

Conclusión

Es importante tener en cuenta que la impotencia psicológica no es un problema permanente y que existen diversas estrategias para su recuperación. Además, es fundamental buscar ayuda profesional de un terapeuta sexual, un psicólogo o un médico especializado en sexualidad, para evaluar la situación individual y brindar un enfoque terapéutico adecuado.

Además, adoptar un estilo de vida saludable puede tener un impacto positivo en la impotencia psicológica. Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco son medidas que pueden mejorar la salud general y contribuir a superar la disfunción eréctil.

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