Síndrome del Gatillazo: Qué es, Causas y Tratamiento

gatillazo o impotencia situacional

¿Qué es un gatillazo o la impotencia masculina situacional?

La impotencia masculina situacional, conocida popularmente como “gatillazo”, es el hecho que se da cuando se pierde de forma temporal la erección lograda una vez iniciada la relación sexual. Este problema es distinto a la impotencia o disfunción eréctil, que es la imposibilidad de lograr mejorar la erección completa. Esto puede ser un problema para algunos hombres y puede afectar su confianza y su relación con su pareja.

Diferencias entre gatillazo y disfunción eréctil

Es importante diferenciar ambos problemas ya que las causas del “gatillazo” y las causas de la disfunción eréctil suelen ser completamente distintas. En general, las causas de la impotencia son orgánicas, aunque también pueden ser de origen psicológico o por uso de medicamentos. En cambio, el gatillazo, en general, es provocado por situaciones psicológicas, de estrés o el consumo de drogas y alcohol.

¿Cuándo es un problema?

Un gatillazo puede ser un problema si ocurre con frecuencia y afecta negativamente la vida sexual y emocional de la persona y su relación de pareja. Si la incapacidad de mantener una erección se convierte en una preocupación constante, puede generar estrés, ansiedad y una baja autoestima.

En algunos casos, un gatillazo puede ser un signo de un problema de salud subyacente, como enfermedades cardiovasculares, diabetes o trastornos hormonales, por lo que es importante buscar atención médica si el problema persiste.

En general, si el gatillazo se presenta ocasionalmente y no causa una gran preocupación, no se considera un problema grave. Sin embargo, si la situación persiste y afecta negativamente la calidad de vida sexual y emocional, se recomienda buscar ayuda profesional.

Causas del gatillazo

Entre las causas especificas del gatillazo tenemos:

  • obsesión y ansiedad por satisfacer a la pareja
  • estrés
  • cansancio
  • fatiga
  • falta de concentración
  • malos hábitos de sueño
  • falta de interés en la pareja
  • culpabilidad por la relación sexual
  • miedo al embarazo
  • nervios
  • inseguridad
  • ambiente anti erótico
  • falta de pericia de la pareja,
  • consumo de drogas y/o alcohol

Un gatillazo no es un problema relacionado con la disfunción de las hormonas masculinas, o por lo menos no de forma permanente. Se describe que ocurre una situación de estrés o una situación emocional muy fuerte que puede aumentar los niveles de adrenalina en sangre como también aumentar la testosterona, lo que lleva a una vasoconstricción generalizada, que puede afectar la erección que ya había ocurrido.

Síntomas

El término «gatillazo» se refiere a la incapacidad de mantener una erección durante el acto sexual, y puede ser causado por varios factores físicos o psicológicos. Algunos de los síntomas comunes de un gatillazo incluyen:

  • Incapacidad para conseguir o mantener una erección firme durante el acto sexual.
  • Sensación de vergüenza, frustración, tristeza o enojo.
  • Preocupación o miedo excesivo por el rendimiento sexual.
  • Cambios en el deseo sexual.
  • Ansiedad o estrés relacionados con la actividad sexual.

¿Por qué sucede el gatillazo?

Explicaremos un poco para hacer más fácil el conocimiento del proceso. La erección es resultado de un complejo de interacciones entre:

  • Cerebro: Desde un núcleo especializado, sensible a testosterona, ubicado en el hipotálamo, se puede recibir un estímulo que puede ser visual o auditivo, y se da la orden al pene para entrar en acción.
  • Redes nerviosas: Conformadas por “cables muy especializados de electricidad e información” que transmiten órdenes del cerebro al pene y sensibilidad del pene al cerebro. 
  • Vasos Sanguíneos: Arterias que llevan la sangre desde el corazón al pene y venas que recogen la sangre desoxigenada del pene y la llevan a los pulmones para que tome el oxígeno de nuevo.
  • Pene: Compuesto por los actores principales: los cuerpos cavernosos, son “cavidades de almacenamiento”, quienes están dotados con dispositivos musculares que permiten la entrada o salida de la sangre, cuando se llenan se logra la rigidez característica de una saludable erección.
  • Sustancias bioquímicas: Entre las que se encuentran sustancias vasoactivas, tienen la capacidad de “activar o desactivar” los vasos sanguíneos, para que fluya la sangre hacia el órgano que el cerebro ha dado indicación de irrigar. Complejos enzimáticos (proteínas que aceleran reacciones químicas). Neurotransmisores (moléculas que transmiten mensajes entre neuronas). Hormonas, aquí juega un papel fundamental la testosterona que interviene en todo el proceso de coordinación de sustancias, permitiendo el equilibrio entre ellas, así que sus niveles adecuados influyen directamente en la erección.

Como ves, la erección es un proceso bastante articulado de múltiples comunicaciones entre sistemas especializados y requiere como todos los procesos un equilibrio, el cual se puede afectar como hemos mencionado por circunstancias eventuales como el estrés emocional.

¿Cómo prevenir el gatillazo? Instrucciones médicas desde un punto de vista psicobiológico

En medicina la mejor estrategia para que un evento adverso no ocurra es la prevención, aquí te presentamos algunos tips para no desencadenar respuestas fisiológicas negativas que por el estrés del momento te lleven a este impase del gatillazo:

  • Cada pensamiento genera una respuesta bioquímica neurohormonal, así que el consejo es: No predisponerse para ello, la puerta abierta al fracaso es justamente pensar en el fracaso, psicológicamente llegar derrotado, permitirá la derrota. Así que el solo hecho de considerarlo es darle una orden a tu cerebro de que permita que ocurra.
  • Tu cerebro es inteligente, podemos también “echar para atrás” y revertir la orden, así como le diste la indicación de prepararse para el fallo, también puedes decirle, “cambie de parecer”. Si se te ha pasado por la mente, lo mejor es trabajar el pensamiento y justamente hacer lo opuesto, pensar en que todo va a estar bien y que vas a tener éxito. Esto también libera sustancias que disponen el camino para que lo logres.
  • Una estrategia importante que se ha perdido con la inmediatez, es que neurológicamente preparar el terreno es muy fácil si construyes un escenario adecuado, si quieres triunfar en esta área tan importante, no aceleres el proceso si no hay seguridad, tanto para la mujer como para el hombre, un ambiente adecuado, un momento adecuado, permitirán liberación de los neurotransmisores adecuados y el éxito será rotundo, “aplícale a la pasión una pizca de confianza y vencerás”.

¿Qué hacer si ocurre un gatillazo?

  • Un poco contradictorio, tener esta opción, pero nada que hacer, ¡a por ello! Si de verdad tienes la intención de continuar tienes que preparar tu cerebro con un click, la perseverancia logra lo que la biología no, un inmediato nuevo comienzo, en sexología recomiendan cambiar de metodología, tomar un poco de vino, no mucho para que el alcohol no deprima las funciones cerebrales y sea la estocada final.
  • Resiliencia al instante. Desenfocarte de inmediato en el “error”, si te concentras en el gatillazo, el gatillazo se establece, enfócate en ella, no en tí, piensa en continuar y satisfacer a través de otros métodos.
  • No permitas que se genere reexperimentación, tu cerebro necesita un cambio, si después de ocurrido el evento, te aferras al recuerdo, y dices “me va volver a pasar, estoy seguro”, como habíamos mencionado, esto es una orden directa a tus neuronas, así que retoma toda la actitud entendiendo que lo que creas es lo que tu mente va a permitir que pase.

¿Es normal que tenga cada vez mas gatillazos?

Con la edad, antes o después, aparecen los temidos gatillazos.

Un gatillazo es la falta o insuficiencia de erección del miembro viril en el momento de tener relaciones sexuales. Es una disfunción sexual que, aunque puede ser esporádica debida a factores como nervios, falta de motivación o de concentración, etc., podría tratarse de una disfunción eréctil si dichos gatillazos se dan de forma frecuente. Si no te ha pasado más que un par de veces, de forma aislada, no deberías preocuparte.

Sin embargo, si te ha ocurrido más veces de las que puedes contar y crees que cada vez se da de forma más frecuente, es muy probable que la Baja Testosterona esté detrás de la disfunción.

¿Serán permanentes o temporales estos gatillazos que me suceden últimamente?

Si has tenido un gatillazo, o una disfunción eréctil o disfunción sexual en general, no te preocupes innecesariamente.

Sólo si se repite con cierta frecuencia, debes saber que lo más probable es que tu situación vaya empeorando, y no tienes por qué resignarte a ello, si no que deberías acudir a una Clínicas de Baja Testosterona Doctor T. Si realmente la disfunción sexual o disfunción eréctil es debida a una Baja Testosterona, volverás a ser el de antes, recuperarás tu mejor versión.

Seguramente te queda mucha vida y cosas por las que ilusionarte por delante, ¿por qué resignarte a una baja calidad de vida sexual?

Tratamiento del Gatillazo y su relación con los niveles de testosterona

Los pacientes que han presentado impotencia situacional no necesariamente tienen niveles bajos de testosterona. De hecho, una de las diferencias con la impotencia es que estos pacientes suelen tener perfiles hormonales normales, mientras que los pacientes con impotencia pueden tener, en un porcentaje importante, disminución de los niveles normales de testosterona. Puedes comprobar tus niveles en menos de 5 minutos con el test de testosterona online o realizándote un tratamiento TRT

El gatillazo ocurre más frecuentemente después de los 35 años. Se habla de que el 50% de los hombres lo vivirán a lo largo de su vida por lo menos una vez. Si este problema ocurre en más del 25% de las ocasiones en que se intenta mantener relaciones sexuales, es conveniente consultar con el médico para que realice los estudios pertinentes, como un examen físico completo, analíticas generales y de perfil hormonal (que incluya determinación de niveles de testosterona).

Así mismo, es importante precisar las causas psicológicas que provocan los episodios de impotencia situacional y tratarlos, dando las herramientas para que el paciente pueda controlar los factores que interfieren con la práctica normal de su sexualidad.